Biblioteca
Barrio Puerto - Patronato de Liberadxs Necochea
Juntando Historias /taller
literario andante
2020
“Un hecho feliz con ingredientes”
Contar
un recuerdo feliz –puede ser “el día más feliz” o uno cualquiera pero lindo
PERO en la manera de contarlo tiene que estar incluído uno o dos de estos tres
ingredientes:
-al
menos un color
-un
aroma
-un
sonido o música
Además: cuáles mi dicho o
frase hecha preferido
por ejemplo :
“la culpa no es del chancho…”
Recuerdo feliz!!
Recuerdo en mi niñez cuando era niño vivía en el campo con mi familia y teníamos muchos animales en especial tenía mi perrita de
color marroncito. Y pintas
blancas ella era mi compañera me seguía
en todo momento yo me acostaba a
dormir y al otro día apenas abría la puerta ahí estaba ella esperándome apenas me veía se ponía muy feliz y empezaba
a mover su cola e íbamos a la quinta de mi abuela marta que
estaba a tres potreros y mi abuela siempre me espera con un té
caliente yo tomaba mi té y al
terminar el té junto con mi perra
pechi acompañábamos a mi abuela a su trabajo que estaba a varios metros y su trabajo era en un vivero de frutillas y junto a mi abuela las juntábamos en
cajones era frutillas muy
grandes de color rojas muy ricas
Frase que me gusta!! No hagas lo que no te gusta que te hagan!!
Andrés
Un momento único e inigualable fue cuando
nacieron mis hijos y me los pusieron en mi pecho y sentir su aroma y conocer su
carita !!! Fueron 2 veces que mi corazón estalló de felicidad y mi mundo se
reiniciaba en ese instante , verlos tan pequeñitos a ellos y yo igual era chica
(15 años) y a partir de ese momento en adelante me siguen enseñando algo nuevo
todos los días! Ahora tengo un nuevo amor en mi vida además de mis 2 hijos
varones .... faltan 3 meses para conocer a la beba que me llena de felicidad y
junto a ellos son mi motor y mis ganas de seguir día a día .. a pesar de esto
que estamos pasando soy la mamá y mujer más feliz del mundo porque los tengo a
ellos sanos , juntos y conmigo !
Un dicho : del tal palo , tal astilla
!!!
Rusita
Un día feliz
El día que me dieron el arresto. Yo sabía
que iban a buscarme, también sabía que no iba a poder dormir. Hice arroz con
leche para mi rancho y me lo terminé comie3ndo yo la gran mayoría, jajaja!
Fue la primera vez que no me molestó
escuchar los candados abriendo y cerrando durante la madrugada. Me subí a esa
camioneta y miré con atención todo el viaje. Hacía mucho que no veía la ruta.
Ese verde del campo calma cualquier fiera, y donde iba también tenía mucho
verde. Y ahí estaban esperándome. Todos, menos él, mi amor Damián. Pero no pasó
mucho tiempo de llegar que allá se escuchaba su moto, por el camino de la quinta, y se veía una
nube de tierra, y allá venía, él y a mí me temblaban las rodillas, como en cada
visita, pero esta vez sin horarios, sin muros. 4 de febrero de 2019, un día
feliz
Mi dicho es: no hay mal que dure 100
años, ni cuerpo que lo aguante.
Carolina
Bueno vamos a arrancar:
días felices tuve muchísimos gracias a
dios, uno de ellos fue el primer día que entré al mar
el mar estaba hermoso, parecía un lago
aparte de joder y pasear con mis amigos
apreciaba mucho el color azul que se mezclaba con el celeste del cielo y al
mismo tiempo sentir el olor a mar y a pescado
(que es lo que nos dejaba plata)
bueno termino contandoles que fue un día
lindo y de muy buena pesca
y frase no sé digo muchas… una de ellas
es cuando un cliente me dice me vas a
cobrar tanto si tardaste un rato y yo le contesto
no cobro por lo que tardo, cobro por
lo que sé
José
MI DÍA SUPER FELIZ
Recuerdo que ese día fue agradable, yo
salí a sentarme en un sillón, yo ya estaba embarazada de 7 meses, miro hacia
una planta y veo que un perfume hermoso salía de su hermosa flor, era una
planta de jazmín, me acerco, saco una flor
vuelvo a sentarme y en un momento aparece
una calandria, se arrima cerca de mí y empieza a cantar, llega otra más y
también se pone a cantar y en fin, llegaron muchas y con su canto me hicieron
que se mueva mi bebé dentro de mi panza, mientras yo me acariciaba con la flor,
con ese aroma y color blanco mi bebé y yo
fuimos tan pero tan felices
como dice el dicho: Del dicho al
hecho hay un estrecho
(no fue un dicho y tampoco un trecho: fue
y será un día muy feliz para mí y mi bebé)
Susana
CASAMIENTO
EN EL CAMPO
La
entrada estaba decorada con flores, el aroma a rosas frescas invadió todos mis
sentidos, la iglesia rebalsaba de gente, el cura se había puesto su mejor
túnica, erguido, con su biblia en la mano.
Ya en
el altar espere a la novia, al ver un movimiento en la puerta el cura se
apresura y da la orden al organista para que largue la marcha, pero fue falsa
alarma, un paisano en la puerta hacia señales que no era la novia, el chico del
órgano se había entusiasmado y no veía al cura que hacia señas que pare y como
el músico no se daba cuenta, el cura se acerca y le da un golpecito gracioso en
la cabeza con la biblia.
En la
segunda ocasión, espera y recién cuando ve algo blanco y brillante en la entrada,
da la orden, el músico que no veía nada, le hacía señas al cura con su boca,
¿¡ahora!, ¡ahora!? el cura le decía que sí desesperadamente y le apuntó como
para tirarle la biblia.
El
músico se avivó y la música empezó a sonar como si la tocaran los ángeles, y
ahí estaba, Dios mío dije, esto es un sueño, vestida totalmente de blanco, la
parte de arriba ajustada al cuerpo y
de la cintura para abajo bolados que flotaban a la par de cada paso.
Su pelo
recogido formando un trompo y un destello de cabellos rubios cayendo por su
frente, sus ojos brillantes y más azules que nunca, sus labios pintados de rojo
mostraban una sonrisa nerviosa y encantadora y en sus manos un ramito de lilas.
La
iglesia se transformó en un asombro total.
Estire
mi brazo y espere que llegara, cada paso que daba hacia mí, mi corazón se
hinchaba más y más.
La tomé
de la mano sin dejar de mirarla, en ese momento volví a sentir la gloria que
recorría mi cuerpo por semejante belleza, pero yo estaba solo en un lugar
lejano y solo conmigo pude compartir ese momento tan sublime, el día más feliz
de mi vida.
Darío
CARTA DESDE EL CREMATORIO
Soy yo, el que anda por la calle
creyéndome inmune, soy Superman, soy el más vivo de todos, esquivo los
controles y no uso barbijos, me molesta, además esconde mi hermoso rostro.
Escuche decir a otro vivo como yo decirle
a un policía, ¡¡tengo documento y hago lo que quiero!!
Era de los míos, me sentía orgulloso,
nadie puede con mi libertad.
Hace un instante el virus se llevó otra
vida, me quede mirando esa foto en un diario, uno más, que solo unas horas
atrás, caminaba por las calles.
La sorpresa fue que la imagen empezó a
cambiar, primero me pareció ver a un amigo muy triste, en segundos se
transformó en mi madre llorando y de golpe mi hijo llamándome a los gritos.
La foto se estabilizo y ahí estaba yo,
con mi mejor cara de infeliz, no había percatado nunca que tenía esa cara de
idiota.
Darío